sábado, julio 29, 2006

Límite 28 horas

Fin de semana, vacaciones y carpe diem, pero bien... o eso es lo que dicen estos insensatos, que desde hace casi diez años vienen pretendiendo que cambiemos nuestros relojes con el fin de que cada día tenga veintiocho horas en vez de veinticuatro. Acuden a la famosa frase "me falta tiempo para..." y defienden el argumento de que con solo tener cuatro horas más en nuestros relojes, el trabajo y el descanso estarían mejor repartidos. Dicen que con un día de 28 horas no tendremos la sensación de que hemos dormido poco, o de que no tenemos suficiente sueño para acostarnos, o de que nos falta tiempo para cortarnos las uñas de los pies (independientemente de que estos canten o no).


Hay páginas en este site que reunen razones para tal aumento horario. Por ej., nuestras horas de sueño no coincidirian forzosamente con el ciclo día-noche, con lo que demuestran el apego a dos de las más españolísimas de nuestras costumbres, la siesta y la vida nocturna. Ahora bien, ¿se les habrá ocurrido pensar en el aumento de horas de trabajo o de estudio?...mmm.

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