37,5 millones de euros para Los Budas de Bamiyán

En Marzo de 2001 el régimen Talibán que conducía los designios de Afganistán y por medio de un grupo de milicianos, bajo la consigna abajo los dioses de los infieles, volaban con explosivos las dos impresionantes esculturas conocidas como Los Budas de Bamiyán, consideradas desde 2003 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Recuerdo que el hecho llegó a revolverme las tripas ante tamaña muestra de soberbia y también recuerdo que aquel atentado a la inteligencia vino a significar, a ojos del resto del mundo, la gota que colmaba el vaso de la intolerancia de aquel régimen.



Hoy, casi seis años más tarde, leo un interesante artículo en la edición en español del New York Times que distribuye todos los jueves el diario El País que Kasaku Maeda, un historiador japonés que lleva más de 40 años investigando sobre el terreno, comenta que la historia de Bamiyán empieza por primera vez a salir a la luz, gracias a las labores de conservación y a las excavaciones arqueológicas supervisadas por la propia UNESCO, y que existe un plan para la reconstrucción de los enormes budas valorado en 37,5 millones de euros utilizando para ello un método conocido como anastilosis, término proveniente del griego aná [arriba] y stylos [columna], y que consiste en una técnica que se basa en la recomposición de las piezas originales utilizando el mínimo imprescindible de material nuevo a añadir, en este caso a las ya 200 toneladas de material original recuperado.

El artículo en el NYT con soporte multimedia.

El .pdf de El País donde aparece el artículo en su página cuatro.