Con un palo y dos pelotas

Me gusta como escribe mi paisana, la madrileña de Moratalaz Elvira Lindo, tanto cuando lo hace en serio, como cuando saca a pasear su sentido del humor. Debo de confesar que me divierten y soy un cotillo empedernido las tribulaciones que se trae a cabo con su marido, el también escritor y director del Instituto Cervantes de Nueva York Antonio Muñoz Molina, en la Gran Manzana.

Pero bueno, a lo que iba... desde hace unos días tiene abierto consultorio, a propósito del 27M, en el diario El País. Los lectores envían sus noticias o comentarios con los que ella a su vez elabora su artículo diario. El de hoy viene con el título de Con un palo y dos pelotas, título del cual me he apoderado by the face para este post y del que extraigo lo siguiente:

Me escribe Olga Cruzado, politóloga, y me hace una disección abrumadora del porqué del bajo nivel del debate. Cruzado señala la escasa preparación intelectual de los candidatos: "Los escuchas y te da la impresión de que gobernaran los municipios como si estuvieran en la barra del bar". De tomarse unas copas parece que venía el alcalde peneuvista de Galdakao (Vizcaya), que a estas alturas se ha erigido en estrella del Youtube, cuando leyó un emotivo discurso en la inauguración de un campo de golf. El hombre confesó no tener ni puñetera idea del deporte, pero se animó a leer 10 reglas sobre el palo y las pelotas que bien podrían servir a mis admirados muchachos de La Hora Chanante.

¿Qué cosas puede decir un alcalde con estos tres elementos, un palo y dos pelotas? Nuestro hombre, inspirado, exprimió todas las posibilidades: desde que la propietaria del hoyo tenía derecho a comprobar la rigidez del palo antes de la jugada, hasta que en una nueva modalidad golfeña debía meterse el palo y dejar las bolas fuera. Terminó recomendando el método Copacabana: "¡Meterlo por la noche y sacarlo por la mañana!". Las risas del público no son enlatadas, sino tan francas como las que se dedicaban a Pajares y Esteso.

La verdad es que después de escuchar a Joseba Escribano se entiende que el hombre montará el show...no se le puede a uno joder el disfrute de una buena siesta, tras comilona y partidita, un viernes cualquiera por tener que ir de mitín electoral a inagurar un campo de golf. No, ¡no hay derecho!

El artículo completo y el tubo