Historia de la pizza: Margarita
La pizza es una plato típico de culturas mediterráneas cuya patria moderna podría ser Nápoles pero que se remonta a 3000 años atrás, al tiempo de los egipcios y que pasando por la Grecia clásica, la antigua Roma o Pompeya, llega a los siglos VIII y IX que es cuando se empiezan a definir sus características.
Pero habrían de pasar casi seis siglos hasta que los españoles en 1554 introdujeron el tomate en Europa procedente de México. Los aztecas lo llamaban tomati o tomahmac y algunas líneas de investigación sitúan su origen en El Dorado, quizá por ello los italianos lo adoptan como pomodoro debido a que su forma evocaba a la de algunas manzanas haciendo de esta hortaliza la base de casi toda su cocina. Los franceses lo llamaron pomme d'amour y los alemanes tallapfel -manzana loca-.
Existen tres fórmulas básicas de las cuales evolucionan todas las demás, a saber: San Genaro, marinera y Margarita. En la denominada porta de San Genaro se utiliza harina, aceite, pimienta, sal, queso y albahaca. En la marinera aceite, tomate, queso, orégano, ajo, setas o champiñones y filetes de anchoa en conserva, y la Margarita que tiene su historia.
Un buen día de verano de 1889 la reina de Italia, Margarita de Saboya, reconocida gastrónoma y esposa del rey Humberto I de Saboya, invitó al Palacio Real de verano de Capodimonte a un reconocido pizzacero, il signore Esposito que por la época regentaba junto a su esposa, la signora Rosa, la pizzeria más afamada de Nápoles para que le prepara una nueva variedad a fin de satisfacer su curiosidad gastronómica. Con un toque de creatividad, Raffaele Esposito introduce por primera vez la mozzarella o queso de búfala y la decora con hojas frescas de albahaca con lo que junto al tomate armoniza los colores de la bandera italiana, rojo, blanco y verde, y la bautiza con el nombre de Margarita en honor de su reina.
Hoy en día se podría decir que la pizza es patrimonio de la humanidad.
Pero habrían de pasar casi seis siglos hasta que los españoles en 1554 introdujeron el tomate en Europa procedente de México. Los aztecas lo llamaban tomati o tomahmac y algunas líneas de investigación sitúan su origen en El Dorado, quizá por ello los italianos lo adoptan como pomodoro debido a que su forma evocaba a la de algunas manzanas haciendo de esta hortaliza la base de casi toda su cocina. Los franceses lo llamaron pomme d'amour y los alemanes tallapfel -manzana loca-.
Existen tres fórmulas básicas de las cuales evolucionan todas las demás, a saber: San Genaro, marinera y Margarita. En la denominada porta de San Genaro se utiliza harina, aceite, pimienta, sal, queso y albahaca. En la marinera aceite, tomate, queso, orégano, ajo, setas o champiñones y filetes de anchoa en conserva, y la Margarita que tiene su historia.
Un buen día de verano de 1889 la reina de Italia, Margarita de Saboya, reconocida gastrónoma y esposa del rey Humberto I de Saboya, invitó al Palacio Real de verano de Capodimonte a un reconocido pizzacero, il signore Esposito que por la época regentaba junto a su esposa, la signora Rosa, la pizzeria más afamada de Nápoles para que le prepara una nueva variedad a fin de satisfacer su curiosidad gastronómica. Con un toque de creatividad, Raffaele Esposito introduce por primera vez la mozzarella o queso de búfala y la decora con hojas frescas de albahaca con lo que junto al tomate armoniza los colores de la bandera italiana, rojo, blanco y verde, y la bautiza con el nombre de Margarita en honor de su reina.
Hoy en día se podría decir que la pizza es patrimonio de la humanidad.
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