viernes, mayo 26, 2006

De nuevo hay un abismo entre generaciones

Acabo de leer en la sección de cultura del diario El País de hoy, un artículo con el mismo titular de este post. ¿Casualidad, el azar, serendipia?, no. Obviamente me lo he apropiado, pero dejo constancia de que también, entre otros barajé, el de: "Los nacionalismos se curan viajando". El artículo, firmado por Octavi Martí, es una entrevista al catedrático de Estética, poeta, ensayista, novelista y columnista de ese mismo diario, Félix de Azúa (Barcelona 1944) del que la nueva editorial Leqtor ha editado un volumen de sus textos publicados, en ese mismo diario, entre octubre de 1997 y julio de 2002 bajo el título de Esplendor y nada.

Es posible que ya, todos/muchos/algunos/pocos/ninguno, elegir lo que mejor os siente, ya tendréis conocimiento de la misma, o no. Sea como fuere, me he decidido a postear un resumen, entre otras cosas, porque el artículo sólo resulta accesible para subscriptores, pero sobre todo, por un "par de tres" de reflexiones/respuestas del entrevistado. La entrevista comienza en modo autobombo y tal..pero, más o menos, sobre la mitad se puede leer la parte que hace referencia al titular del post.

P. En varias ocasiones, el tema de la columna es el paso del tiempo o la cuestión de la vigencia o desaparición de ciertos símbolos religiosos...

R. Se trata del problema de la necesidad del sentido. Como profesor, descubro el inmenso desconcierto que produce entre los jóvenes el no tener nada a qué agarrarse. Nosotros tuvimos el progreso, el sentido de la historia, el comunismo y otros ismos más o menos aberrantes; ellos, en España, Francia o Italia, ni tan sólo pueden creer en la publicidad material del Gobierno, como en los EE.UU. donde aún funciona la promesa de que van a vivir mejor que sus padres. No tienen horizonte. Eso produce una angustia total. ¡Y aún más cuando no tienes el concepto angustia!

P. ¿Ninguna religión cubre esa nostalgia de trascendencia?

R. Hace algunos años, algunos se hacían budistas o de alguna secta. Ahora no. Están aislados, viven entre ellos, sólo con gente de su edad. Son la "raza joven". Y no creen ni confían para nada en los adultos y sus instituciones, como nos sucedía a nosotros durante el franquismo. De nuevo hay un abismo entre generaciones.

P. Pero la idea nacionalista sí "recluta" entre esa "raza joven".

R. El nacionalismo se ha convertido en el último refugio. Los independentistas tienen buena entrada en la universidad. Ofrecen un placebo de transcendencia. Creo que hacen mucho daño porque el nacionalismo necesita de la detestación del otro. Hoy vivimos en un mundo en que el dominio de los poderes reales, económicos y mediáticos es apabullante. Es el reino de eso que antes llamábamos las "burguesías fácticas". La población está cada vez más desinformada y, en el caso español, el nivel educativo sigue bajando. Los ciudadanos votamos menos, los jóvenes se desentienden de la política y ésa queda en manos de los mayores, de los sectores más comprometidos, de la corrupción y del clientelismo.


Extracto de la entrevista publicada el viernes, 26 de mayo de 2006, en la sección de cultura de diario El País (vínculo exclusivo subscriptores)

Y así termina esa parte de la entrevista. Es obvio que si subo este post, de alguna forma, tendré que mojarme ¿no?, aquí debería aparecer aquello de..."continuará, esperar mi próximo post, y tal y tal, en plan "marketing" o, mejor como dice un amigo mio, "marquetín", así como se lee, con todo el acentazo en la "i" xD

La primera parte donde hace mención al desconcierto que tienen los jóvenes de hoy que no encuentran donde agarrarse en comparación a "otra" juventud que "si" lo tuvo y tal, me parece que lo suscribiría; no sin apostillar, que ni mucho menos toda la juventud de la "otra" juventud, ni mucho menos toda la juventud de esta juventud de hoy en día, se puede dar por aludida. Unos porque ni se enteraron de lo que era el franquismo hasta que la machacona historia se lo puso ante sus ojos y se dieron cuenta -los que se dieron- de que pasaron su juventud como quien escucha llover. Y otros, los de hoy, porque podría citar innumerables ejemplos de jóvenes con sus flamantes carreras recién terminadas y que a pesar, y en esto si que comparto la opinión del entrevistado, de que la preparación universitaria con la que llegan al mundo "real" es manifiestamente mejorable, dan lo mejor de sí mismos, día a día y mes tras mes, en el titánico esfuerzo de aprender a ser seres humanos, que aunque se diga por ahí que es una condición adquirida, no, no lo es para muchos.

De lo demás, tan sólo añadir que, como soy ateo, del tema religión, por lo tanto, paso; aunque curiosamente en esa respuesta se encuentre el titular del post. Y ya, para terminar, soy de la opinión de que todos, todos, absolutamente todos los nacionalismos y algunos ismos más, se curan viajando.

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