Nostalgia, la memoria del corazón

No suelo ver TV pero cuando lo hago, al margen de algunos deportes muy concretos, me gusta ver documentales. El pasado domingo estaba yo en una de estas viendo como una familia de 5 miembros, como no norteamericana, había instalado cámaras por toda su casa con el fin de grabarse al estilo de programas de telerealidad tipo Gran Hermano. La verdad no le vi la gracia al asunto y me dispuse a ver el partido -partidazo al final- de Rafa Nadal en Roma, pero un segundo antes de cambiar el canal, un spot publicitario captó mi atención. Estaban anunciando para la próxima semana, en ese mismo espacio, una prometedora serie de documentales sobre internet y en concreto sobre las dial up Bulletin Board System.

Vale que ahora lo que se lleva es el documental de denuncia como Farenheit 9/11 de Michael Moore o Super Size Me de Morgan Spurlock. Pero como el tema de las BBS había tocado mi fibra sensible me anoté mentalmente que debía racanear un poco por La Red en busca de información adicional.

Y lo que he encontrado hoy ha sido, ni más ni menos, que el sitio web oficial del documental dirigido por Jason Scott. En un par de trailers que hay descargables en varios formatos he podido ver que, en mi opinión, tiene buena pinta, sobre todo porque se ha optado, de forma acertada, por las entrevistas a usuarios, profesionales y técnicos, que cuentan sus experiencias con sus módem, y además con el testimonio de personas que ayudaron a crear la red de BBS y que luego participaron en la creación de internet.

Ahh las BBS..bah, no sigo que lloro. Bueno, si. Una era entrañable, pioneras en las comunicaciones y que tanto tienen que ver con lo que ahora usamos y disfrutamos (o sufrimos según se mire) Hablo de los tiempos en que nos conectábamos a una BBS a 300 baudios y empezó la era del intercambio de información, de forma desinteresada y abriendo el camino a los que otros llamaron de forma pomposa "autopistas de la información". Tiempos extraños ya casi olvidados, que resultaron gratificantes para todos aquellos que aprendimos a cultivar la paciencia y a aprovechar al máximo nuestra conexión.

En fin, que el documental parece estar hecho como se tienen que hacer las cosas. Tres años de trabajo y cinco horas y media de grabación. Toda una lección para más de uno que sigue teniendo equivocado el concepto de lo que tiene que ser una red de información. Ahora sólo queda esperar que lo pasen entero por el canal de ciencia para grabarlo o, en su defecto, que algún alma caritativa, agradable y cariñosa, sabedora de mis gustos, y previo desembolso de 40 dolares de los USA, me lo regale un día de estos porque...a mí comprar directamente estas cosas, como que no.